sábado, 28 de febrero de 2009

La Pureza del Hombre

Para conocer la definición que encierra el tema de este texto; debemos analizar, primeramente, cada una de las partes que lo conforman. Si deseamos comprender que es “la pureza del hombre” es preciso conocer primero que es la pureza y por continuidad que es el hombre .

Estos conocimientos son de importancia para nosotros, pues nos permiten conocer el mundo que nos rodea y así mismo conocer nuestra propia naturaleza como individuos en sociedad. Por ello, deseo presentar el ¿por que? de la pureza del hombre; y a su vez su necesidad para nosotros.

El diccionario define “Pureza” como algo inmutable, que no fue alterado o viciado; sino que se mantiene en sus esencias únicas y primerizas. Al mencionar al ”hombre” hacemos cita de toda la humanidad. Por constancia, el tema central de esta lámina presenta a un ser, un hombre que se mantiene en su esencia más pura; puro de mente y espíritu. Son estos pensares abstractos los que conllevan a un hombre de bien, que permanece en la inocencia sin ser alterado por su entorno. Presento entonces, una pequeña cita:

“El hombre es un ser puro por naturaleza, es su entorno quien lo corrompe”
Jean-Jacques Rousseau

Rousseau creía en la pureza del hombre, que era bueno por naturaleza, y que era el entorno social y las situaciones que este presentaba quien perturbaba esa naturaleza. Tal era su ejemplo: La sencillez y simplicidad del corazón de un niño pequeño. Un niño pequeño es incapaz de mal-intencionar, sus actos y pensamientos son puros pues no conoce nada más, y así debe ser. A medida que transcurría el tiempo, la sociedad era quien fraguaba en base a normas de convivencia ideales del bien y el mal. Esto no quiere decir que el solo conocimiento de lo que es correcto o no, corrompe la esencia humana; sino que ahora es el individuo quien, a medida que crece, se enfrentará día a día a la toma de decisiones; decisiones que en su totalidad no serán correctas o incorrectas, que lo llevarán a cometer errores pero será él mismo quien se dejará corromper por sus vicios. Sin embargo, si este individuo permanece fiel a sus creencias y su corazón, manteniendo su fe en la divinidad; vuelve al principio de la inocencia de un niño de tres años, siendo nuevamente puro en sus actos.

Nosotros como jóvenes, estamos en la etapa más dura del camino; abiertos a un mundo nuevo que nos seducirá con lujos y placeres, que a menudo estarán en el borde entre lo correcto o incorrecto. Sin embargo, la sola fe y el amor propio son los que nos guiarán a seguir. Caeremos, pecaremos, cometeremos errores pero siempre que logremos salir adelante, seremos capaces de redimir nuestros errores para ser, en un futuro, hombres de bien.

Sin esta pureza humana, cada acto realizado por uno de nosotros sería mero reflejo de la envidia y avaricia. Por consiguiente la pureza que buscamos y que alcanzamos cada vez más según el pasar de los días, nos brinda una oportunidad única de convivir y coexistir entre nosotros y en este mundo, pues nos da la oportunidad de amar. Y como ya es conocido por muchos, no hay sentimiento más puro que el amor; la verdadera esencia humana.

Por ello su necesidad, por eso la expresamos a través de nuestros actos, palabras, pensamientos, de nuestro espíritu. Pues el ser humano es en esencia puro, muchos hombres de la historia así lo vieron y muchas religiones así lo plasmaron.

Entonces vemos ya la definición de la pureza del hombre y las partes que lo conforman. Conocemos su importancia y el porque es necesario para amar. Solo así descubriremos nuestra propia naturaleza y permanecemos inmutables.