Este es el testimonio de un amigo que a finales del año pasado tuvo la desgracia de sufrir un accidente de aviación. Les dejo el link de la noticia:
Hoy esta de vuelta en el país y en conjunto con su experiencia nos trae un muy prodigioso mensaje de Fe. Sus palabras son algo increíble, digno de admirar en un individuo.
Reportaje Viaje a Bolivia
Es increíble cómo Dios nos mueve y nos lleva a lugares que nunca habíamos imaginado. Nuestra última aventura el viaje de regreso a Bolivia. Cada viaje es una línea divisoria entre el pasado y el futuro, dejemos muchas cosas atrás por encontrarme con otras nuevas. ¿Por qué es tan difícil decir adiós? Sepamos o no la respuesta siempre tendremos que enfrentarnos a las despedidas, ¡qué ironía! Pero lo más interesante de todo es que Dios puede traer el pasado de nuevo para que forme nuestro presente. Durante todo este tiempo de recuperación del pasado sucedieron muchas cosas importantes, tuve que ir queriendo o no a diferentes lugares que al final fuero muy importantes. También me encontré con viejos amigos y conocimos nuevos buenos amigos muy importantes. Dios tiene un plan y un orden para cada uno de nosotros. Luego de finalizar la fase de recuperación inicial estaba listo para volver.Teníamos un gran viaje que hacer. Comenzamos volando un día por la mañana de TN hacia Miami. Esa misma noche salimos hacia Puerto Rico. Al comienzo del vuelo iba muy tranquilo. Basto muy poco para que toda la seguridad que en mi sentía desapareciera. La primera parte del viaje fue muy bien. Viajábamos en la nueva avioneta que Dios dio para los diferentes proyectos, una Piper Aerostar 600. Recién la estábamos conociendo cuando empezamos a atravesar fuertes turbulencias. No éramos capaces de ver nada, solo sentía que la avioneta se sacudía. Tenía mucho miedo, mi mente regresaba al pasado 1ro de diciembre, cuando nos accidentamos. El cuadro era muy parecido, ahí estábamos nuevamente, Jeff y yo a su lado, en una noche obscura.
La aviación tiene cosas muy interesantes, comencé a observar los instrumentos y me di cuenta que cuando yo sentía que caíamos, realmente estábamos subiendo y viceversa. Únicamente podíamos confiar en Dios y en los instrumentos. Pese a haber dado cuenta de ello mi miedo no desaparecía, es más aumentaba cuando veía que el radar se llenaba de rojo. Fueron varias turbulencias fuertes las que tuvimos que atravesar. Muchos relámpagos iluminaron por algunos segundos nuestro entorno y mi temor se fortalecía. Fue solo cuando fui capaz de ver una estrella que me sentí a salvo, sabía que estábamos por salir de la tormenta. Le di gracias a Dios por las estrellas, Dios me decía a través de ellas que estaba seguro.
En un abrir y cerrar de ojos la siguiente tormenta llegó, pero esta vez fue diferente. Ya no me fijaba en lo obscuro de la tormenta, comenzaba a buscar una pequeña luz en el horizonte y al encontrarla sabía que aquel pequeño punto pronto se haría más grande y nuestra paz llegaría. Hubo ocasiones en las cuales tuve que esperar varios minutos para ser capaz de ver las pequeñas lucecitas en el horizonte. Cuando sentía que caímos recordé que realmente nos encontrábamos ascendiendo y las palabras de Pablo en 2 Cor. 12:9 vinieron a mi mente… “… Mi poder se perfecciona en la debilidad” Así era, mientras más débiles nos sentíamos, Dios se podía perfeccionar en nosotros. Luego de 5 horas de vuelo llegamos a Puerto Rico y pudimos descansar.
Tal vez tú hoy te encuentres en medio de una tormenta, tal vez hoy no puedes ver ninguna luz en tu horizonte… espera, pronto vendrán y tendrás paz. Y si su aparición llegarán a demorar recuerda las palabras de 2 Cor. 2:9. Mientras más débil te sientas más oportunidad tiene Dios de perfeccionarte en ti.
Pronto la mañana llegó y teníamos que regresar al aeropuerto para continuar nuestro viaje. Era viernes, volamos temprano hacia Guyana, queríamos pasar el fin de semana ahí. Luego de la terrible experiencia del vuelo de la anterior noche me sentí más confiado para el vuelo de esa mañana. Dios nos guió en medio de un tranquilo cielo, fue una bendición. Teníamos un fuerte viento de cola que nos ayudó a llegar antes a nuestro destino y estar listos para el sábado.
Llegamos a Georgetown, Guyana, una ciudad bajo el nivel del mar. Es el lugar más caliente donde me he encontrado, simplemente era imposible dejar de sudar. Yo solía quejarme del calor que hace en Santa Cruz, pero ahora le doy gracias a Dios porque tuvo misericordia de mí y no me llamó para que le fuera a servir a Guyana jajaja. Ahora tengo más motivos para sentirme feliz en Santa Cruz. Guyana es un país raro pero a la vez interesante. Hablan un inglés tan raro que me hicieron sentir del otro lado del planeta. Jeff predicó y habló sobre las pruebas. Contó algunas de las cosas por las que nos ha tocado pasar aquí, entre ellas el accidente. Nuevamente Dios volvió a abrir puertas a través de él y nos dio el privilegio de poder compartir sobre el amor de Dios con nuestros hermanos guyaneses. El día lunes volamos hacia Manaus, Brasil y por la tarde hacia Guayaramerín, Bolivia. Dios tuvo muchísima misericordia sobre mí y esta vez fue la vez que más fácil he entrado a Bolivia. Llegué a migración con Lyli (otra accidentada), a ella la conocen en migración y el oficial nos pregunto si éramos los del accidente. Conversamos un rato con el mientras revisaba mi pasaporte y simplemente me sello, ¡No tuve que pagar nada! Nada de nada. Ni visa vigente tenía, eso me preocupaba un poco, pero al oficial no le importo y me sello mi pasaporte. Dios es maravilloso. No todo fue malo con el accidente, cosas buenas sigue cosechando Dios a través de él y no dudo que las bendiciones más grandes aún están por llegar.
Finalmente estoy en mi casa, en Santa Cruz. Fue lindo estar de vuelta. Es lindo sentirse parte de algo. Muchas personas nuevas pero con mucho en común… un mismo sueño, el cielo por siempre con Cristo. Desde que bajamos de la avioneta fue especial, fotos, risas abrazos. Luego en la casa tenían una cena preparada para todos. Al día siguiente en la oficina nos recibieron con una torta. Creo que no puedo expresar a través palabras lo feliz que me sentí de estar de vuelta.
La felicidad quedó pero la tranquilidad pronto desapareció. Nuestros nuevos retos comenzaron a aparecer. Congreso, ediciones, producciones, proyecto médico, etc. Este domingo llega Walter Vieth, el lunes comenzaremos la producción. Tendremos muchísimo trabajo que hacer. Se ha estado trabajando en la preparación del set y de las otras cosas que tienen que estar listas. Seguimos avanzando con el Congreso, Dios sigue abriendo las puertas hacia Medellín, Colombia en febrero del 2010. Tenemos un nuevo proyecto médico que apoyar, AMA Bolivia. Le doy gracias a Dios por la oportunidad de formar parte de esta familia, oremos para que Dios a través del Espíritu Santo pueda ayudarnos a atravesar todas las dificultades que se presentan en nuestro camino. Recuerda, así como sólo existen 2 tipos de conductores de motos (los que se han caído y los que están por caerse), así también solo existen 2 tipos de Cristianos, los que están atravesando una tormenta y los que pronto atravesaran por una. Tú no eres la excepción, prepárate. Dios quiere que la atravieses tomado de su mano. Dios no prometió que tendríamos problemas, pero prometió estar ahí, a nuestro lado.
La aviación tiene cosas muy interesantes, comencé a observar los instrumentos y me di cuenta que cuando yo sentía que caíamos, realmente estábamos subiendo y viceversa. Únicamente podíamos confiar en Dios y en los instrumentos. Pese a haber dado cuenta de ello mi miedo no desaparecía, es más aumentaba cuando veía que el radar se llenaba de rojo. Fueron varias turbulencias fuertes las que tuvimos que atravesar. Muchos relámpagos iluminaron por algunos segundos nuestro entorno y mi temor se fortalecía. Fue solo cuando fui capaz de ver una estrella que me sentí a salvo, sabía que estábamos por salir de la tormenta. Le di gracias a Dios por las estrellas, Dios me decía a través de ellas que estaba seguro.
En un abrir y cerrar de ojos la siguiente tormenta llegó, pero esta vez fue diferente. Ya no me fijaba en lo obscuro de la tormenta, comenzaba a buscar una pequeña luz en el horizonte y al encontrarla sabía que aquel pequeño punto pronto se haría más grande y nuestra paz llegaría. Hubo ocasiones en las cuales tuve que esperar varios minutos para ser capaz de ver las pequeñas lucecitas en el horizonte. Cuando sentía que caímos recordé que realmente nos encontrábamos ascendiendo y las palabras de Pablo en 2 Cor. 12:9 vinieron a mi mente… “… Mi poder se perfecciona en la debilidad” Así era, mientras más débiles nos sentíamos, Dios se podía perfeccionar en nosotros. Luego de 5 horas de vuelo llegamos a Puerto Rico y pudimos descansar.
Tal vez tú hoy te encuentres en medio de una tormenta, tal vez hoy no puedes ver ninguna luz en tu horizonte… espera, pronto vendrán y tendrás paz. Y si su aparición llegarán a demorar recuerda las palabras de 2 Cor. 2:9. Mientras más débil te sientas más oportunidad tiene Dios de perfeccionarte en ti.
Pronto la mañana llegó y teníamos que regresar al aeropuerto para continuar nuestro viaje. Era viernes, volamos temprano hacia Guyana, queríamos pasar el fin de semana ahí. Luego de la terrible experiencia del vuelo de la anterior noche me sentí más confiado para el vuelo de esa mañana. Dios nos guió en medio de un tranquilo cielo, fue una bendición. Teníamos un fuerte viento de cola que nos ayudó a llegar antes a nuestro destino y estar listos para el sábado.
Llegamos a Georgetown, Guyana, una ciudad bajo el nivel del mar. Es el lugar más caliente donde me he encontrado, simplemente era imposible dejar de sudar. Yo solía quejarme del calor que hace en Santa Cruz, pero ahora le doy gracias a Dios porque tuvo misericordia de mí y no me llamó para que le fuera a servir a Guyana jajaja. Ahora tengo más motivos para sentirme feliz en Santa Cruz. Guyana es un país raro pero a la vez interesante. Hablan un inglés tan raro que me hicieron sentir del otro lado del planeta. Jeff predicó y habló sobre las pruebas. Contó algunas de las cosas por las que nos ha tocado pasar aquí, entre ellas el accidente. Nuevamente Dios volvió a abrir puertas a través de él y nos dio el privilegio de poder compartir sobre el amor de Dios con nuestros hermanos guyaneses. El día lunes volamos hacia Manaus, Brasil y por la tarde hacia Guayaramerín, Bolivia. Dios tuvo muchísima misericordia sobre mí y esta vez fue la vez que más fácil he entrado a Bolivia. Llegué a migración con Lyli (otra accidentada), a ella la conocen en migración y el oficial nos pregunto si éramos los del accidente. Conversamos un rato con el mientras revisaba mi pasaporte y simplemente me sello, ¡No tuve que pagar nada! Nada de nada. Ni visa vigente tenía, eso me preocupaba un poco, pero al oficial no le importo y me sello mi pasaporte. Dios es maravilloso. No todo fue malo con el accidente, cosas buenas sigue cosechando Dios a través de él y no dudo que las bendiciones más grandes aún están por llegar.
Finalmente estoy en mi casa, en Santa Cruz. Fue lindo estar de vuelta. Es lindo sentirse parte de algo. Muchas personas nuevas pero con mucho en común… un mismo sueño, el cielo por siempre con Cristo. Desde que bajamos de la avioneta fue especial, fotos, risas abrazos. Luego en la casa tenían una cena preparada para todos. Al día siguiente en la oficina nos recibieron con una torta. Creo que no puedo expresar a través palabras lo feliz que me sentí de estar de vuelta.
La felicidad quedó pero la tranquilidad pronto desapareció. Nuestros nuevos retos comenzaron a aparecer. Congreso, ediciones, producciones, proyecto médico, etc. Este domingo llega Walter Vieth, el lunes comenzaremos la producción. Tendremos muchísimo trabajo que hacer. Se ha estado trabajando en la preparación del set y de las otras cosas que tienen que estar listas. Seguimos avanzando con el Congreso, Dios sigue abriendo las puertas hacia Medellín, Colombia en febrero del 2010. Tenemos un nuevo proyecto médico que apoyar, AMA Bolivia. Le doy gracias a Dios por la oportunidad de formar parte de esta familia, oremos para que Dios a través del Espíritu Santo pueda ayudarnos a atravesar todas las dificultades que se presentan en nuestro camino. Recuerda, así como sólo existen 2 tipos de conductores de motos (los que se han caído y los que están por caerse), así también solo existen 2 tipos de Cristianos, los que están atravesando una tormenta y los que pronto atravesaran por una. Tú no eres la excepción, prepárate. Dios quiere que la atravieses tomado de su mano. Dios no prometió que tendríamos problemas, pero prometió estar ahí, a nuestro lado.
Isaías 30:18-21
18. Sin embargo, Jehová esperará para tener piedad de vosotros. A pesar de todo, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios justo. ¡Bienaventurados todos los que confían en él! 19 Ciertamente, pueblo de Sión, que moras en Jerusalén, nunca más llorarás, pues el que tiene misericordia se apiadará de ti y te responderá al oír la voz de tu clamor. 20. Aunque el Señor os dará pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21. Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: «Este es el camino, andad por él y no echéis a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda».
Autor:
Juan Carlos Samayoa
Es increíble ver por cuanto ha pasado y aún así sigue con el corazón en alto. Donde muchos encontrarían en sus demonios un temor sin retorno, él encontró una pequeña luz titilante en el oscuro cielo. Un mensaje que Dios le dio y que con gusto comparte con nosotros.
Es bueno saber que estas aqui y que sigues adelante con tu vida, como tú dices... ya pasaste por la tormenta y ahora te toca vivir un cielo inundado de estrellas.