domingo, 14 de junio de 2009

El Camino del Divino Guerrero

Un triste camino elegido, resignado, digno, magnánimo, esplendido y de muchos pesares; pero un camino de vida… Es este camino el que conforta el espíritu y trae consigo la voz de los antepasados para que cuenten las viejas historias, aquellas que nuestros abuelos aún recuerdan y que con conmoción trasmiten sus enseñanzas. Tanto conocimiento del pasado, porque de allá venimos y no podemos olvidar nuestros orígenes, cual espada marcada por el herrero para el espíritu de su dueño.

Es un peso enorme, pero tranquilizante una resignación divina más no impotente. El sacrificio realizado para llegar a este sentimiento de paz es verdaderamente sufrido y tedioso más vale el precio. Toda la serenidad de un alma expresada en una sencilla mirada de humildad. Cuando un humano puede deshacerse de todo egoísmo e idolatría es un nuevo ser, un nuevo guerrero y este es el camino que has elegido. Que tu sable guíe correctamente tus pasos. Poderoso guerrero tus huesos son frágiles mas no tu espíritu, y por ello tu enemigo y tus demonios nunca podrán vencerte pues son alimento tuyo.

Adelante, trata… más no hay nada que puedas hacer con su poder pues su espíritu es superior al tuyo, por que él se ha deshecho de los deseos impuros del hombre. Por ello todo lo que se le haga le hará sufrir, le lastimará, le atacará… más nada hay que los demonios le puedan hacer. Con el paso del tiempo sus desventuras le harán más fuerte y su poder crecerá… y así te habrás convertido en su alimento que mayor poder le ha otorgado.

Más su humildad es incomprensible y todo su poder no será utilizado, para bien de la humanidad. Y en muchos casos se irá con él a su lecho de muerte; más quedará en los recuerdos y la memoria de la gente pues tanta magnanimidad es verdaderamente increíble para un solo ser. Así mismo ese es un guerrero de la luz, un guerrero que lucha por el espíritu de la vida de todos nosotros; aun sacrificando su propia vida.

Erick Saa C.

1 comentario:

  1. La senda del bien es estrecha, escabrosa y empinada ciertamente, a diferencia de las autopistas del mal. Sin embargo, el que sigue esta senda encuentra siempre cosas buenas, amigos que ayudan a levantarse cuando uno ha caído y sobre todo, mucho conocimiento y sabiduría.

    El sacrificio es parte esencial para poder obtener algo mejor, eso comprendió el rey que aprendió a jugar ajedrez, sacrificando unas piezas para ganar la partida.

    Muy buen texto, como diría alguien sabio "el mejor día es en el que el alma tiene hambre y sed", cuando tenemos ganas de crecer y superarnos. Felicidades!!! Un abrazo.

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